viernes, 2 de julio de 2010

Derivados de la leche


El queso: ventajas y desventajas

El queso es un alimento nutritivo y sabroso, pero tiene un alto contenido de grasa animal que nos obliga a controlarlo en nuestra dieta. La moderación es la norma que debe seguirse en el consumo de quesos, cualquiera sea la clase a la que pertenecen.

Al ser un producto procedente de la leche, el queso tiene una composición parecida. En su contenido destacan las proteínas de alto valor biológico, el calcio, el fósforo y algunas vitaminas, especialmente la vitamina A.

Sin embargo también tiene un alto contenido de grasas de tipo animal. Para la nutricionista Sylvia Cruchet es un alimento que debe comerse con moderación: “nunca hay que eliminar un alimento de la dieta en forma drástica, pero su consumo es crítico en personas con hipercolesterolemia y/o sobrepeso”, apunta.

El valor nutritivo de los quesos es incuestionable, ya que contiene casi todos los principios alimentarios necesarios para el crecimiento y desarrollo humano. Pero hoy se tiene mayor conciencia de sus componentes y, en consecuencia, de los tipos y cantidades que conviene consumir para obtener una dieta sana y equilibrada.

El contenido de grasas, que se calcula basándose en las registradas en el residuo seco del queso, generalmente oscila entre 22% y el 47%. La cantidad de grasas varía según el tipo de leche con que haya sido elaborado, si se trata de leche entera o de leche parcial o completamente desnatada.

Tampoco es alto el contenido de proteínas, que va desde un mínimo de 7% a un máximo del 34%, pero sí lo es el de calorías, por lo cual su consumo suele excluirse de los regímenes de adelgazamiento y de las dietas especiales para combatir la obesidad.

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